martes, 7 de enero de 2014

Me agradan las queridas tendidas en los lechos

Los poetas de todos los tiempos y todas las culturas han sido solaces en las expresiones más eróticas y pornográficas dentro de su poemario maldito, tal es el caso de el poeta español José Espronceda .

Las últimas líneas de su poema Desesperación relata: 


Me agradan las queridas
tendidas en los lechos,
sin chales en los pechos
y flojo el cinturón,mostrando sus encantos,
sin orden el cabello,
al aire el muslo bello...
¡Qué gozo!, ¡qué ilusión!


Un carajo impertérrito

Un carajo impertérrito, que al cielo
su espumante cabeza levantaba
y coños y más coños desgarraba,
de blanca leche encaneciendo el suelo,

en su lascivo ardor, cual Monjibelo,
nunca su seno túrgido saciaba
y con violento empuje penetraba
hórridos bosques de erizado pelo.

Venció a la humanidad; quedó rendida
la fuerza mujeril; mas él, sediento
siempre y siempre con ansia coñicida,

leche despide y mancha el firmamento,
dejando allí su cólera esculpida
del carajo en eterno monumento.


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